Authorship
La percepción de autoría en arquitectura se representa de maneras que se
podrían considerar opuestas, arquitectos reconocidos como Frank Gehry y Rafael
Moneo proponen dos caminos muy diferentes. Gehry traduce sus ideas en sketches
caóticos que parecen improvisaciones artísticas, como un pintor expresionista.
Su estilo busca ser original, único y llevar su firma personal en cada
proyecto, alejándose de las normas tradicionales al tener una ideología más artística.
Por otro lado, Moneo trabaja desde un enfoque más académico y racional, donde
el estilo se adapta al contexto histórico y a la tipología existente. Mientras
Gehry se expresa por la ruptura y la emoción, Moneo refuerza una relación entre
el diálogo y la continuidad.
Frank Gehry convierte la arquitectura en una especie de ficción
artística, donde sus bocetos tipo "wire frame" son rastros directos
de su personalidad. Su casa en Santa Mónica, de los años 70s, es un gran
ejemplo de esto al destacarse por sus elementos fragmentados y desorganizados,
pero con una expresión de movimiento y que el espacio posee vida. La actitud artística
de Gehry, aunque improvisada e innovadora, presenta problemas de funcionalidad,
costos y efectividad estructural; a pesar de estos impedimentos, Gehry tomaba
el riesgo creativo para crear sensaciones únicas. Las influencias el arte contemporáneo, como el
expresionismo abstracto, hicieron que los diseños de Gehry se enfocaran más es
en aspecto artístico a diferencias de la ingeniería. su diseño se acerca más al
arte que a la ingeniería. Por el contrario, Moneo mantiene un equilibrio entre
arte y funcionalidad, respetando siempre el entorno y la memoria arquitectónica
de cada lugar.
Rafael Moneo, influenciado por los racionalistas italianos como Aldo
Rossi y el posmodernismo de Venturi, cree en la importancia del estilo y la
historia en la arquitectura. Sus proyectos buscan adaptar y reinterpretar
formas tradicionales, en lugar de inventar estructuras completamente nuevas. En
sus dibujos axonométricos y plantas se ve una claridad que contrasta mucho con
los sketches libres y emocionales de Gehry. Moneo interpreta la arquitectura como
una construcción intelectual que respeta y conserva el pasado para proyectar
esas ideologías y estilos en diseños futuros. Esta diferencia muestra cómo cada uno entiende
el rol de la arquitectura: Gehry como arte personal, Moneo como cultura
compartida.
En resumen, Gehry y Moneo representan dos extremos en la percepción de la arquitectura como arte y disciplina. Gehry improvisa como Pollock, buscando siempre sorprender y dejar su huella personal, mientras Moneo planifica como un académico, creando obras que dialogan con su entorno histórico. Gehry prioriza la originalidad y la emoción; Moneo prioriza la razón y el contexto. Esta comparación nos enseña que, en arquitectura, tanto la invención como la traducción tienen un valor crucial. Las perspectivas arquitectónicas de Gehry y Moneo son evidencia de la relación que existe en la rama de la arquitectura, y que al mismo tiempo crean un debate, sobre qué es más importante o se deberían mantener en el mismo nivel de prioridad; la funcionalidad o el arte.