Formalidad y sustentabilidad en los jardines del Palacio de Santa Catalina – Reseña
En esta conferencia, los arquitectos paisajistas Teresita del Valle y Félix Ramos López compartieron detalles sobre el proyecto de restauración del jardín de La Fortaleza, ubicada en el Viejo San Juan, que se inauguró el 26 de noviembre de 2024. El objetivo principal de este proyecto fue devolverle la majestuosidad original al jardín, respetando su diseño histórico. La Fortaleza, construida en el siglo XVI y sede oficial del Gobernador de Puerto Rico desde el siglo XIX, ha tenido un jardín que ha cambiado a lo largo de los años, convirtiéndose en un elemento arquitectónico clave del lugar.
Durante la conferencia, se presentó una propuesta de restauración de 1988 encontrada en los archivos del SHPO, la cual sirvió como base para el diseño actual.
El jardín fue diseñado siguiendo un esquema simétrico, donde los caminos, las plantas y los elementos decorativos están organizados en figuras geométricas bien definidas, como rectángulos, óvalos, semicírculos y polígonos. Esta disposición genera una sensación de orden y armonía, típica de los jardines formales, en los que cada elemento tiene un propósito específico dentro de la composición general. La simetría es una de las características más destacadas del jardín, otorgándole un aire de elegancia y sofisticación, que recuerda a los jardines clásicos europeos, como los de Versalles.
La geometría juega un papel esencial en la organización del jardín, con árboles alineados, canteros de flores y áreas pavimentadas dispuestas de manera que crean una experiencia visualmente placentera. Este control sobre el espacio es un legado de los jardines clásicos europeos, donde las formas definidas y los caminos rectos crean un ambiente de orden y belleza.
Elementos arquitectónicos como la fuente, las estatuas, los bancos y las escaleras también tienen un papel importante en la formalidad del jardín. Además de su función decorativa, estos elementos actúan como puntos focales que enriquecen el diseño. En particular, la fuente no solo aporta frescura y sonido al espacio, sino que se convierte en el centro de atención del jardín.
La disposición de los senderos y áreas de césped permite una circulación fluida por el jardín, invitando a los visitantes a explorar y descubrir nuevas vistas en cada paso. Aunque el jardín tiene un diseño formal, también integra especies locales y exóticas, lo que resalta la biodiversidad de Puerto Rico y refleja un enfoque hacia la sostenibilidad. El huerto casero, incorporado en el diseño, refuerza esta preocupación por el medio ambiente.
Además de ser un espacio de recreo, el jardín ha sido escenario de eventos cívicos y celebraciones, lo que lo convierte en un lugar de encuentro para la comunidad. En este sentido, los parterres alrededor de la fuente fueron diseñados para permitir la realización de actividades sobre la grama, sin comprometer la funcionalidad del espacio.
En conclusión, el jardín de La Fortaleza es un ejemplo de equilibrio entre el orden y la formalidad. Su diseño simétrico y su estética clásica no solo ofrecen belleza y serenidad, sino que también crean una experiencia espacial única que refleja su rol como un refugio público y un símbolo de la formalidad del gobierno.